Toda empresa de construcción que desee desarrollar un proyecto de obras marítimas, o que tenga alguna estructura en la costa (como comúnmente sucede con los hoteles de las zonas turísticas más importantes de México), o que esté en el negocio de la navegación, debe realizar un estudio de batimetría, puesto que este le permitirá obtener la información necesaria para determinar la viabilidad del proyecto con base en los resultados relacionados con la estabilidad de las playas o la seguridad de los muelles.
Los datos batimétricos son la base elemental para la obtención de las cartas de navegación, las cuales describen todas y cada una de las características con que cuenta una superficie subacuática, ello con la finalidad de facilitar y hacer posible la navegación por terrenos que no son visibles. Se trata, sin duda, de piezas clave y, por ello, es muy importante que ustedes conozcan un poco más sobre el tema, así como sobre las empresas que ofrecemos este importante servicio.
Una pieza clave para iniciar un proyecto
Es necesario decir que la batimetría es una pieza clave de la cual no se debe prescindir antes de iniciar un proyecto de obra marítima, sobre todo porque se trata de una disciplina que permite obtener una representación completamente detallada del fondo marino. Gracias a que la metodología y los conocimientos teóricos que se implementan en dicha especialidad permiten entender al máximo la morfología de la zona, que es una base para realizar el diseño de la construcción que se pretende realizar en el sitio.
Al igual que la topografía México es de vital importancia para estudiar los suelos, los estudios batimétricos, lo son para la estabilización de las playas, que, si no se encuentran en condiciones adecuadas, pueden afectar la estabilidad y la seguridad de las instalaciones de hoteles, restaurantes, clubes de playa y todas aquellas edificaciones que se encuentren cerca del mar.
Inclusive, podemos decir que se trata de una rama imprescindible en diversas investigaciones científicas relacionadas con el modelado del relieve marino y para la exploración, explotación, conservación y administración de los recursos naturales de las zonas marinas. Esto significa que es una disciplina muy importante y que por ello cada vez son más y más las empresas que deciden echar mano de ella para lograr materializar sus proyectos marítimos con la mayor seguridad posible.
Los estudios batimétricos son muy necesarios para conocer las profundidades y el relieve bajo todo tipo de masa de agua, de manera que su importancia radica en el levantamiento del relieve de las distintas superficies subacuáticas. Esta técnica ha sido denominada relevamiento, el cual plantea distintas soluciones a un problema, lo cual se puede traducir en la facilidad para tomar decisiones al momento de materializar o diseñar un proyecto.
En el caso de los muelles, por ejemplo, los estudios batimétricos se utilizan para que los encargados de una empresa marítima conozcan con amplio detalle las profundidades. Lo que es conocido gracias a que los expertos realizan un sondeo para determinar si un buque puede ingresar y salir de la zona sin ningún tipo de dificultad, o si un puerto es adecuado para descargar gran cantidad de mercancías sin que esta sufra algún tipo de daño.
¿Cómo funciona la batimetría?
Los estudios batimétricos son muy importantes y se trata de una disciplina que ha sido posible desarrollar de manera cada vez más precisa gracias a los desarrollos tecnológicos que el ser humano ha experimentado en los últimos 50 años. La tecnología de la batimetría funciona con un ecosonda que también es llamada SONAR (Sound, Navigation & Ranging). Es una herramienta de medición de distancia que puede medir el tiempo de viaje de una señal acústica reflejada por el fondo o por cualquier elemento suspendido (peces, rocas, algas marinas, etc.).
Se trata de un dispositivo sumamente moderno que está compuesto en dos partes, cada una de ellas muy importante:
- En primer lugar, encontramos el transductor o la sonda, que se encuentra colocada debajo de la superficie. Se trata, básicamente, de un dispositivo que convierte señales eléctricas en ondas de sonido y viceversa. Por tanto, es una tecnología que puede cambiar del modo de receptor al modo de transmisor en el momento en que así se desee.
- La segunda parte es un caso llamado sonda o ecosonda, que recibe los impulsos eléctricos del transductor y los transite en imágenes al operador, quien posteriormente se encargará de interpretar esas imágenes y convertirlas en resultados efectivos y útiles para los especialistas del sector de la construcción, del sector marítimo o para quien haya encargado el estudio.
El transductor emitirá una señal de ultrasonido para tocar el fondo del mar; una vez que la onda alcanza un obstáculo, rebota de vuelta a la sonda y se convierte en una señal eléctrica. La información que envía la sonda y que puede calcular la distancia, es la encargada de determinar la profundidad, la cual es medida a través del tiempo que tarda en llegar al fondo.
Por lo tanto, el transductor es una de las piezas centrales del dispositivo. Hay varios tipos que difieren en criterios, como el ángulo o la frecuencia, también en la composición o la potencia.
En las empresas de supervisión de obras sabemos de antemano que es muy importante que se realicen estudios batimétricos. Pero es importante destacar que, a diferencia de los estudios de topografía, los estudios batimétricos suelen ser mucho más complejos, puesto que requieren de embarcaciones y equipos específicos de alto valor, que hacen posible la medición. Debido a que se trata de un tema muy especializado. Es conveniente asesorarse por profesionales en el área es importante contratar los servicios de una empresa especializada como la nuestra: Latitud 19.